lunes, 18 de julio de 2011

LA EDUCACIÓN: DERECHO FUNDAMENTAL Y RESPONSABILIDAD DE TODOS

María Bueyo Díez Jalón. Defensora del Pueblo Riojano
No es exagerado afirmar que uno de los pilares básicos en la formación de la persona es sin duda, la educación. Sin embargo, a renglón seguido, las noticias nos invaden con cifras preocupantes de absentismo, abandono y fracaso escolar. Y esto es una responsabilidad de todos los sectores implicados en el proceso educativo: desde las familias hasta las administraciones educativas, pasando por la sociedad o las instituciones dedicadas a completar la función instructora -como hace Fundación Pioneros con excelentes resultados-. Y, cómo no, por una Defensoría del Pueblo como la que tenemos en La Rioja, creada por el Parlamento regional para proteger los derechos constitucionales.
Quiero recordar aquí que, como Defensora del Pueblo Riojano, soy también la Defensora del Menor, mi misión es proteger los derechos de las personas y colectivos independientemente de su edad. La Defensoría presta especial atención a los más vulnerables y, en el caso de los menores, la educación es un asunto de máxima importancia, pues sobre ella se vertebrará su formación personal y el desarrollo de su dignidad.
La Declaración Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas reconoce la educación como un derecho humano fundamental. La Convención de los Derechos de la Infancia de Naciones Unidas (1989) obliga a los gobiernos a que “implanten una educación primaria obligatoria y gratuita para todos y todas”. La Constitución Española dedica un extenso precepto a la educación como derecho fundamental, el artículo 27. Merece la pena traer a colación dos de sus párrafos. El primero: “Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza”. Y más aún el segundo: “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales”.
La Comunidad Internacional  constató que el derecho a la educación no se respeta universalmente y fijó compromisos concretos para cambiar la situación, lo que hoy en día se conoce como el objetivo “Educación para Todos”: en el año 2015 la educación básica debería ser un derecho universal.
Pero más allá de un derecho universal, educar es dar oportunidades a través de una educación de calidad que cumpla con los siguientes objetivos: primero, posibilitar una vida digna; segundo, permitir un crecimiento personal en conocimientos y en formación; y tercero, resultar el motor impulsor de la sociedad. Pues una comunidad con débiles soportes educativos traerá una generación vacía, no solo desde el punto de vista económico sino, sobre todo, desde el punto de vista de principios y valores intelectuales, culturales y sociales.
Hemos de buscar fórmulas con paso firme y mirada en el futuro para desterrar las escandalosas cifras de abandono y fracaso escolares. Insisto, es una responsabilidad de todos pues, en caso contrario, el fracaso también pesará sobre todos.

1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con la defensora cuando dice que el fracaso escolar es una responsabilidad de todos porque a todos nos afecta: padres, profesores, soldadores, administración, electricistas,empresarios, comerciantes, periosdistas, enfermeras....
    Creo que poco a poco debemos tomar conciencia de esto y buscar las medidas necesarias para luchar contra el fracaso escolar.

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