martes, 23 de agosto de 2011

LA COEDUCACIÓN EN NUESTRO CONTEXTO EDUCATIVO


Eva María Lacarra Córdova. Educadora Social y Pedagoga.
Cuando escuchamos la palabra coeducación suelen surgir diversas reacciones pues nos estamos refiriendo a un tema controvertido y muy importante en la formación de nuestros hijos e hijas. Los hay que se extrañan porque no saben qué significa exactamente; hay quien piensa que en nuestros tiempos no hace falta reivindicar la educación en igualdad porque las escuelas ya son mixtas y niñas y niños se educan conjuntamente; y finalmente, hay quienes pensamos que aún nos queda mucho trecho por recorrer hasta conseguir una educación igualitaria que no genere discriminación y no reproduzca los estereotipos de género existentes.
Para entender bien el significado de la coeducación como modelo pedagógico, es importante diferenciar primero entre dos conceptos, el de sexo y el de género. Al hablar de sexo, nos referimos a las diferencias biológicas (anatómicas y fisiológicas) entre hombres y mujeres que hacen posible la reproducción. Son universales y coinciden en todo tiempo y cultura. El género es la construcción cultural que hace una sociedad a partir de las diferencias biológicas. Mediante esta construcción se adscriben cultural y socialmente aptitudes, roles sociales y actitudes diferenciadas para hombres y mujeres, atribuidas en función de su sexo biológico. Estos roles asignados suelen visualizarse como naturales cuando en realidad son producto de nuestra cultura, y será durante nuestro proceso de socialización cuando los adquiramos.
La escuela es uno de los agentes de socialización que contribuyen a construir la identidad de niños y niñas de forma que el entorno educativo formal es uno de los lugares, junto a la familia y la comunidad, donde se podrán de-construir todos aquellos comportamientos y pensamientos sexistas que aún existen en nuestra sociedad. Para conseguirlo, se debería poner en práctica el modelo coeducativo, que supone un proceso intencionado de intervención a través del cual se fomenta el desarrollo de niñas y niños partiendo de la realidad de la diferencia sexual y dirigido hacia un desarrollo personal y una construcción social común y no enfrentada. Supone la coexistencia de actitudes y valores tradicionalmente asignados a hombres y a mujeres de forma que puedan ser aceptados y asumidos por las personas independientemente de su sexo. Se trata de construir una escuela que respete la diversidad entre los sexos, culturas, ritmos de aprendizaje, etc., y la herramienta que nos va a permitir educar en igualdad es la pedagogía coeducativa.
En nuestro contexto de educación formal, esta herramienta pedagógica suele estar limitada al desarrollo de actividades puntuales con el alumnado, muchas veces ligadas a días concretos: actividades como talleres, teatro, dinámicas, o
actividades lúdicas con un componente de reflexión crítica sobre la discriminación de género. Sin embargo, la coeducación como estrategia preventiva de discriminación debería  impregnar y atravesar transversalmente todo el sistema educativo desde infantil hasta la etapa adulta, siendo un proceso continuo y  sistemático en el que se debe implicar toda la comunidad
escolar (familias, personal docente y no docente, alumnado, entorno comunitario, etc.). De esta forma estaremos apostando por una enseñanza coeducativa como única alternativa válida para la educación en igualdad y la prevención de cualquier tipo de violencia, construyendo una sociedad justa e igualitaria que no etiquete
a ninguna persona en función de su sexo, raza o cultura.

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