lunes, 12 de septiembre de 2011

¡QUÉ BUENO ES LEER! AVISO PARA NO LECTORES


Mª Ramos Corral Rodríguez. Socia de La Casa de Tomasa.
En eso todos estamos de acuerdo: ¡qué bueno es leer! Padres, madres, docentes, expertos, pedagogos, sociólogos, investigadores, Administración, empresas, políticos, Movimiento 15M, grupos juveniles, tertulianos de radio y televisión y muchos más.
Fíjate, será de los pocos temas que en Educación estamos de acuerdo un gran sector de la población adulta. Puede ser que nosotros como adultos no leamos (solo el 54% de población mayor de 14 años se declara lector y, si acotamos más la edad, se lee menos), pero lo que sí tenemos claro es que leer es bueno, muy bueno.
Pero ¿para qué es bueno? ¿Por qué una población no lectora se empeña que los niños y jóvenes lean?
Veamos qué nos dicen los expertos, por ejemplo El Equipo Peonza en su libro “El rumor de la lectura” (Anaya, 2001):
Leer como búsqueda: de información, de formación, de deleite. Cuando queremos fantasear, evadirnos o disfrutar; cuando necesitamos algún tipo de información para aprender, reflexionar o actuar, lo buscamos con frecuencia a través de la lectura.
La lectura como apuesta social y participación ciudadana. Es una vía de acceso y de permanencia en la cultura. La lectura habitual es una fuente de promoción individual y social. Verdadero antídoto contra el analfabetismo funcional, la pobreza del lenguaje e incluso la pobreza de pensamiento. Las destrezas que exige el dominio de la técnica lectora (descripción, comprensión, clasificación, abstracción) son las bases de los aprendizajes escolares.
La lectura como promoción individual permanente. Posibilita una permanente formación intelectual, afectiva, estética y moral a quien practica la lectura asiduamente. Contribuye a despertar la imaginación, fomentar la sensibilidad, provocar la reflexión y cultivar la inteligencia. La lectura estimula y orienta la creatividad, educa y potencia las capacidades mentales. Contribuye a conformar y estructurar el pensamiento así como a provocar el razonamiento. Su acción continuada apunta hacia una auténtica formación integral y permanente.
La lectura no es una habilidad más, sino una de las más decisivas para madurar psicológicamente.
Conseguir ciudadanos lectores debe ser uno de los objetivos primordiales. El hábito lector modelará el talante cívico y cultural de la persona.
Por eso debemos hacernos todos más lectores, todos los días y en cualquier soporte, de manera individual y/o colectiva (club de lectura, tertulias dialógicas, talleres para el fomento de la lectura, talleres de escritura, leyendo a nuestros hijos).
Y, sobre todo, lo que reivindico es la lectura como ese placer que proporciona a quien lo realiza. La lectura así entendida se convierte en un fin en sí misma, no en un medio. La preocupación por hacer algo “útil y práctico” con la lectura desvía e impide su posible acción sobre nosotros, distrae el que suceda algo en nosotros.
Dejemos que la lectura nos trabaje por dentro, haga algo en nosotros, nos transforme y nos haga crecer. Disfrutemos de la lectura y seamos ejemplos vivientes para nuestros jóvenes de ese gusto por la lectura, no seamos meros teóricos sobre los beneficios de esta práctica.


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