En un artículo publicado en este mismo diario, el periodista
y escritor Rafael Martínez-Simancas parafraseaba la conocida frase de Billy
Wilder “ninguna buena acción queda sin castigo” a propósito de un hecho
histórico que acaba de novelar y la aplicaba al carácter ingrato y cainita de
los españoles. Mal panorama para quienes aspiran a mejorar la sociedad española
en cualquiera de sus campos.
En el ámbito educativo la innovación resulta una tarea
ardua, aunque posible, como lo atestiguaron las experiencias presentadas en el
I Congreso Nacional sobre abandono escolar temprano celebrado en Valladolid a
finales de 2010.
Fue gratificante constatar que creatividad y motivación no
están limitadas ni por la geografía ni por la diversidad de agentes ni por los
ámbitos de actuación.
Entre las experiencias que más me llamaron la atención me
gustaría citar las del Instituto Fernando de los Ríos en Fuente Vaqueros
(Granada) y el Programa de educación compensatoria del IES La Albericia, en
Santander.
También en el ámbito de la iniciativa privada me pareció muy
sugerente la experiencia del Centro Puente en Puente la Reina (Navarra), una de
las fuentes inspiradoras del programa Aulas Externas que lleva a cabo Fundación
Pioneros.
La Ikastola Pública Integrada Sansomendi de Vitoria expuso
cómo evitar el abandono escolar desde la experiencia de Comunidades de
Aprendizaje, interesante enfoque que está implantado en casi 100 centros
públicos y concertados de diferentes Comunidades Autónomas, y que está dando
sus primeros pasos en La Rioja.
Además, me sorprende la vitalidad de las organizaciones de
padres y madres en la implicación en la mejora de la educación, como prueban
los numerosos correos electrónicos que recibo de CONCAPA Rioja y FAPA Rioja,
convocando a sesiones de sensibilización y formación, incluso con invitación
expresa para niños y jóvenes. También resulta alentador que en algunas de estas
jornadas participen técnicos de la Administración y responsables políticos.
Considero que todas estas iniciativas son buenas acciones.
Ninguna de ellas se fundamenta en la protesta contra alguien o algo, sino en
el esfuerzo por proponer e innovar para mejorar. Siguiendo la lógica del autor
citado al inicio, el castigo al que se ven sometidas es su desconocimiento por
parte de la opinión pública, a la falta de apoyo ya sea por la rigidez de la
legislación y sistemas educativos, ya por la falta de recursos, ya por el
miedo al cambio.
Pero pienso que es también el momento de romper tópicos. La
joven generación de deportistas de los últimos años ha demostrado que es capaz
de llegar a la cumbre en terrenos hasta hace muy poco vedados como el tenis,
el motor o el fútbol, con una buena planificación, paciencia y trabajo en
equipo, rompiendo para siempre el complejo de inferioridad que nos atenazaba.
Tenemos el talento y las herramientas para trabajar de
manera que dentro de un tiempo las referencias educativas no sean solo
Harvard, Oxford o Cambridge. Pienso que es un compromiso con las generaciones
actuales y las que están por venir.
Termino con una sugerente cita atribuida a Thomas A.
Edison: “Los que aseguran que es imposible no deberían interrumpir a quienes
estamos intentándolo”.
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