viernes, 17 de febrero de 2012

Acerca de la escuela rural II


Jesús Jiménez Martínez. Director del CP San Prudencio.

La base de la educación en la escuela, especialmente en la es­cuela rural, radica en los maes­tros. Se hace por tanto necesario que la Administración haga hin­capié en este asunto. Han de ser los que se necesitan.
En cuanto a su formación sobra decir que no existe una especia­lidad para rurales. Sin embargo, sería importante buscar la fór­mula adecuada para que todos los maestros rurales recibiesen permanentemente asesormien­to en metodologías y organiza­ción escolar.
Para evitar el aislamiento peda­gógico de los maestros sería in­teresante potenciar los grupos de trabajo dentro de los pro­pios CRA, favoreciendo desde la Administración los tiempos necesarios para ello. Los maes­tros han de estar motivados en su trabajo y, más si cabe, en las escuelas rurales que por sus es­peciales características son más difíciles de trabajar. Será necesa­rio buscar fórmulas apropiadas para ello, es importante recono­cer su tarea.
Una dificultad añadida en la escuela rural son las ratios. Es imprescindible introducir, para establecer la plantilla de cada centro, el número de nive­les por aula. Número de alum­nos y niveles han de marcar el número de maestros por centro.
Llevar a nivel de calidad impor­tante una escuela rural requiere una gran autonomía en la orga­nización del centro o CRA. Si ya es importante esta autonomía en los centros urbanos, en los nuestros se hace indispensable. Autonomía administrativa, pe­dagógica y financiera. Es funda­mental decidir sobre aspectos tales como horarios, curriculum, organización escolar, métodos de trabajo, reuniones,…
El Servicio Técnico de Inspección ha de asesorar en todos aquellos aspectos que más dificultades nos plantean: programación de trabajo, métodos, organización. Es primordial que desde esta instancia se haga un seguimien­to serio y riguroso de la escuela rural a fin de establecer aquellos mecanismos de corrección que consideren oportunos. Han de estar ahí para analizar, valorar y proponer líneas de actuación para llegar a conseguir una es­cuela rural de calidad.
No puedo finalizar esta radio­grafía sin hacer mención a un tema que considero funda­mental: el trabajo en equipo. Es primordial que los diferentes sectores que forman las distin­tas comunidades educativas en las zonas rurales trabajen codo con codo.
Sería deseable poner en marcha verdaderas comunidades de aprendizaje. El desarro­llo y la educación de los niños dependen de todo el pueblo. El grupo de maestros, las familias, las asociaciones, gru­pos sociales y el pueblo, en general, han de estar sensibili­zados y concienciados en que ha de ser así. Este tema está ahí para ser valorado y, si se dan las circunstancias oportunas, comenzar su andadura. Ese es el reto. Lógicamente, todo ello supone mucho esfuerzo, mucho tiempo y mucho trabajo añadi­do. Lo que cuesta, vale. 

2 comentarios:

  1. Es interesante lo que se plantea en este artículo: el trabajo en equipo y de toda la Comunidad, la autonomía y la independencia y también una ratio adecuada.
    Un aspecto de la escuela rural es que los docentes tienen, a veces, poco arraigo en el pueblo donde ejercen como maestros y eso trae falta de entendimiento. Una buena relación de todos los miembros de la escuela traerá mejoría en la escuela.

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    1. Gracias "Anónimo" por tu comentario, es cierto lo que dices, acercar la comunidad a la escuela y la escuela a la comunidad es un beneficio para todos, no solo en el medio rural, si no que en cualquier medio.
      Docentes, familias, comunidad en general debemos implicarnos más en la educación de nuestros hijos, en nuestro futuro.

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