viernes, 22 de junio de 2012

Una experiencia personal


Maikel Jiménez Echevarría. Alumno de PCPI en Fundación Pioneros.

Hola, me llamo Maikel Jiménez, ten­go 17 años y ahora estoy realizando el PCPI de Soldadura de Pioneros. Voy a intentar contaros, a mi ma­nera, mi experiencia en Yécora ha­ciendo los trabajos en el chozo y los alrededores, una experiencia muy bonita y nueva para mí.
Un día en clase nos hablaron que cerca de la ermita de Yécora había un sitio muy bonito con un guar­daviñas, que estaba en malas con­diciones, estuvimos hablando si queríamos arreglarlo y sobre los trabajos que se podían hacer, algu­nos compañeros no querían porque dijeron que teníamos que ir a coger muchas piedras y quitar muchos pinchos, pero otros sí, así que al final fuimos a verlo y hablando y deba­tiendo en clase decidimos hacerlo, yo creo también un poco por salir fuera de clase un día a la semana.
Normalmente llego a Pioneros a las 7:45 de la mañana, es muy temprano pero siempre llego de los primeros. A las 8:00 empezamos las clases, casi siempre hacemos lengua y mates pero a veces también trabajamos otras cosas, sobre todo los miércoles que eran los días que íbamos a hacer el Aps (Aprendizaje Servicio) del cho­zo. Esos días pensábamos el material que íbamos a necesitar o mirábamos si teníamos que comprar algo, si te­níamos que hacer estos trabajos u otros, también nos ponían vídeos de empedrados, de jardinería y demás. Cuando acababa la clase nos ponía­mos el buzo y las botas y cargába­mos todo el material en la furgoneta para salir rápido del centro.
Los trabajos que nos propusimos hacer eran arreglar un chozo, que estaba lleno de matas y pinchos; ha­cer un empedrado con una marga­rita dentro con cal y piedras redon­das de diferentes colores; y hacer un camino lleno de piedras como los de los romanos. Tuvimos que hacer muchos viajes por el campo para encontrar piedras grandes y planas para ponerlas en el suelo y juntarlas con mortero de cal.
Hemos trabajado mucho, gracias al trabajo en equipo las cosas nos han salido bastante bien y nos ha que­dado un sitio muy chulo. A veces ha habido algún problemilla pero lo hemos solucionado poco a poco con la ayuda de los educadores y de los otros chavales, hemos hablado intentando no ponernos nerviosos.
Siempre me ha gustado salir al aire libre y al campo porque me siento más tranquilo y se trabaja mejor, además la relación con los moni­tores ha sido muy buena, aunque estaban un poco pesaditos con las piedras, hemos pasado mucho tiempo juntos y hemos hecho un gran equipo.
Creo que a la gente del pueblo le gusta lo que hacemos y siempre nos saludan. Al principio pensaba que nos tenían que pagar algo o darnos algo por nuestro esfuerzo y trabajo pero ahora pienso que hago co­sas útiles y bonitas que van a estar mucho tiempo ahí y que las van a disfrutar durante mucho tiempo, como el camino del chozo que es­taba con muchas matas de hierbas y no podía caminar la gente por él y tampoco disfrutarlo, ahora en cam­bio a la gente le gusta pasear por él, incluso han hecho un cartel con una foto para saber donde está.
Yo no sabía lo que era esto del aprendizaje y servicio hasta que mi monitor me pidió ayuda para la charla y me explicó que era lo que trabajábamos en Yécora y la mane­ra de hacerlo. Yo lo he querido con­tar para que veáis que es algo muy bueno y me gustaría que los demás institutos lo hicieran para mejorar la relación de los profes con los alumnos, porque yo al principio era muy solitario y gracias al trabajo en equipo y a muchas conversaciones y momentos buenos que hemos vi­vido ahora soy una persona que me sé controlar y se afrontar los proble­mas con más calma.

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