viernes, 6 de mayo de 2016

Un beneficio mutuo


Mª Carmen Oruezábal Martínez. Directora de la Casa Residencia de Aspace-Rioja.

Desde hace varios años, Aspace- Rioja colabora con Fundación Pioneros acogiendo en nuestros Centros y Casa Residencia a me­nores que tienen que realizar una prestación en beneficio de la comunidad. Coincidimos ambas entidades en apostar por medi­das que fomentan el trabajo y la responsabilidad, en vez de otras de carácter punitivo.
Los jóvenes que llegan a nues­tra Asociación en virtud de esta prestación, colaboran en el de­sarrollo de nuestros programas acompañando, por un lado, a las personas con parálisis cerebral y deficiencias afines en la realiza­ción de sus actividades diarias y de tiempo libre, o apoyando el trabajo de los profesionales.
El tiempo transcurrido y la expe­riencia adquirida hasta ahora nos han enseñado que todos apren­demos de todos. Ellos nos entre­gan la energía e ilusión propia de su juventud y, muy pronto, tras vencer las inseguridades propias de los inicios, su trabajo y dedi­cación.
Y nosotros nos ponemos a su dis­posición procurando sobre todo que su estancia aquí, producto de un mandato legal, se convier­ta en una experiencia personal fructífera de modo que su vi­vencia en Aspace les aporte una serie de aprendizajes útiles en su proceso de madurez personal: compromiso, atención, respeto, esfuerzo, superación, conoci­miento de normas, responsabili­dad, trabajo en equipo, sensibili­zación…
Es cierto que jugamos con ven­taja porque, sea cual sea el resul­tado, ya hemos ganado mucho de partida. En primer lugar, el acercamiento de estos jóvenes a una realidad, la de las personas con discapacidad, casi siempre lejana. En segundo, el estableci­miento de sólidos vínculos afec­tivos en el que unos se sienten solidarios al ofrecer su ayuda y otros se sienten parte impres­cindible de un programa que permite a terceras personas ser mejores ciudadanos. Finalmen­te, nos llevamos en la mochila el encuentro de unas personas a las que el azar ha unido pero que se reconocen idénticas en su deseo de alcanzar un mundo más equi­tativo, amable y justo.
Pensar que nuestra juventud es responsabilidad de todos cons­tituiría ya un sólido argumento para animar a otras entidades a transitar el camino por el que lle­vamos andando bastante tiem­po. Hay más razones, algunas incluso egoístas: ese trabajo en equipo con los menores refuer­za las propias señas de identidad de Aspace, basadas en la cerca­nía, el compromiso o la solidari­dad, entre otras, y nos conmina a ponerlas en práctica. En com­pensación, hemos encontrado unos excelentes embajadores para hablar de nosotros tras el conocimiento que ellos han ad­quirido de nuestra entidad. Y po­dríamos sin duda, dedicar más de una frase a la colaboración entre entidades y los beneficios que estas relaciones conllevan, visi­bles de forma manifiesta en este programa en el que el equipo de Fundación Pioneros pone el ase­soramiento, siempre pendientes ante cualquier duda o problema para resolverlas con pautas cla­ras de actuación.

Trabajar en red significa en Aspa­ce trabajar por una sociedad más vertebrada. Más allá de este ideal que muchos perseguimos, serán las acciones concretas como este programa las que ayuden a transformar las actitudes, una buena práctica que merece to­dos los esfuerzos.

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